En ocasiones, las prisas por entregar una web, el deseo de complacer al cliente y ahorcarse con cronogramas pueden convertir en un fiasco un buen proyecto de marketing. Hemos de tener muy claro siempre cuál es la prioridad: un trabajo cien por cien profesional y bien hecho en el que todos y cada uno de los detalles han de estar cuidados y mimados. Aprovechar el desconocimiento del sector del marketing on line por parte del cliente para dejar a medio hacer nuestro trabajo dice muy poco de nuestra capacidad y puede causar graves perjuicios en la imagen de marca tanto nuestra como de los otros.
Por ello, vamos a señalar una serie de errores que no se deben cometer jamás a la hora de hacer una presentación tanto de una web corporativa como de cualquier otro trabajo de marketing:
- No des por supuesto que tu cliente sabe menos que tú. Aún caso de que así fuese, tu obligación es ilustrarlo, ofrecerle el mejor servicio y proyectar para su marca profesionalidad digital a todos los niveles. Recuerda que quién va a ver tu trabajo será su clientela y tus errores se convertirán en sus errores. El daño que le causes, además de imperdonable, redundará en tu empresa.
- No esperes al último momento. Cuando hayas de hacer presentaciones, remates de web on line o cualquier tipo de trabajo, asegúrate de tenerlo, testado y correctamente enlazado antes de mostrárselo a tu cliente. Una entrega deficiente es una imagen lamentable y denota falta de profesionalidad.
- No dejes en manos de terceros los recursos: Habitualmente, los recursos (creatividades, documentación, etc.) que llegan a través de las empresas tardan en hacerlo o son muy deficientes. Si bien cualquier dato o información te será muy útil, intenta ser proactivo y autoabastecerte o la evolución de tu trabajo se verá muy mermada. Y recuerda, pide mucho o no recibirás casi nada…