La importancia de comunicar.
Es deformación profesional, está claro. En el mundo del marketing de contenidos o cualquiera de sus otras vertientes, hemos avanzado tanto a nivel tecnológico y de diseño gráfico que, en ocasiones, se nos olvida lo que más nos acerca a nuestro cliente: la comunicación verbal y visual.
Por más que nuestra web tenga los más avanzados recursos tecnológicos, el discurso más impactante e innovador, si no se nos entiende, no llegaremos a lo que realmente nos hará ganar la confianza del consumidor: su corazón.
Objetivo: “sentir” al consumidor.
A día de hoy no se trata de vender productos. El mercado está saturado, muchos de ellos iguales o parecidos, con precios mayores o menores. El usuario no los diferencia, no cree en el bombardeo de mensajes en los que se siente la diana favorita de las flechas oportunistas de unas marcas que, considera, sólo buscan su dinero.
No se siente valorado como partícipe del éxito de la marca, de los beneficios de la misma, de su crecimiento. Hace tiempo que se siente una marioneta en medio de un mercado capitalista que no le tiene en cuenta.
Por eso el marketing de contenidos es tan importante. Acercarse al consumidor a través de un lenguaje cercano, que transmita experiencia, confianza, que COMUNICA e INTERACTÚA con el cliente es una herramienta valiosísima para ambos: empresa y cliente.
Para el consumidor porque puede expresar sus necesidades y quejas, sentirse escuchado y ver cómo son resueltas. Y para la empresa porque se capacita para mejorar sus defectos, acercarse a las necesidades de su público objetivo y empatizar con él. Asimismo le permite darle a conocer las bonanzas de su producto más allá del marketing agresivo tradicional.
Experiencias compartidas. Lo importante es poder hablar.
Para ello es fundamental volver a la comunicación más tradicional. Aquella que nos permite hablar y escuchar. Que da y recibe. Que transmite y asume experiencias. Que nos enriquece y nos conforta. Para ello contamos con herramientas tan valiosas como los blogs, las redes sociales, unos textos trabajados y pulidos en las webs, newsletters, foros y un largo etcétera que, trabajados por profesionales formados, son una plataforma potentístima.
Porque, no debemos olvidarlo, el cliente es la fuente de todo lo que somos y seremos. Hay que mimarlo y respetarlo
Como dice el genial Stephen Hawking, lo importante es que, por mucho que avance la tecnología, nunca dejemos de hablar.
Recordad: “Keep talking…”