¿Está pensando en contratar a un social media manager? Si es así, deberá tener en cuenta que lo que busca en realidad son seis profesionales en uno. Sí, como lo oye. Los social media managers tocan muchísimos “palos”, tantos que desempeñan hasta seis profesiones simultáneamente. HubSpot enumera a continuación cada una de esas profesiones:
1. Creador de contenidos
El contenido es un ingrediente clave en el universo del social media marketing. Buena parte del trabajo de un social media manager consiste en crear y adaptar contenidos para cada una de las redes sociales en las que se desenvuelve a diario como parte de su rutina laboral.
2. Analista de marketing
La profesión de social media marketing manager está “casada” a la fuerza con los datos. Los social media managers necesitan recopilar datos, analizarlos y convertir tales datos en “insights”. De lo contrario, es muy probable que todos sus esfuerzos caigan en saco roto.
3. “Yonki” de la actualidad
En las redes sociales se habla sobre muchísimos temas a la vez, tanto que a veces el ruido generado por estas plataformas termina siendo completamente ensordecedor. Sin embargo, los social media manager deben aprender a detectar los temas de actualidad verdaderamente relevantes entre tanto ruido.
4. Agente de atención al cliente
Los social media managers ejercen también en muchas ocasiones de agentes de atención al cliente, pues tienen que responder a múltiples cuestiones, no siempre fáciles, sobre los productos y servicios de la compañía para la que trabajan.
5. Mediador en la comunidad
Los social media managers deben ejercer no sólo de moderadores en las comunidades para las que trabajan sino que deben preocuparse también de promover que la comunicación sea en esas comunidades lo más fluida posible, proponiendo temas , alentando el debate y expulsando, si es necesario, a los trols y a los spammers.
6. Generador de “leads”
Los social media son excelentes plataformas para la generación de “leads” y, como tales, es trabajo del social media manager promover esos “leads” y gestionarlos adecuadamente en función de la posición del usuario en el “embudo de compras” de la empresa.