Community managers a go-go.
La revolución del marketing y la publicidad on line ha dado lugar a toda una serie de nuevas profesiones que crecen y florecen en internet. Una de ellas es la ya archiconocida y, hasta cierto punto, muy lamentablemente desvalorizada, community management.
La importancia de seleccionar profesionales preparados.
Un buen trabajo de marketing en redes sociales tiene un valor incalculable en rentabilidad para la empresa que lo contrata. Sin embargo, es triste reconocer que, como oficio de reciente creación, está lleno de intrusos que se ponen la etiqueta por el mero hecho de postear noticias en Twitter, Facebook y Linkedin. Y parte de ese problema proviene de las empresas que seleccionan becarios a los que sólo se les demanda poca edad, poco precio, además de “entusiasmo y manejo de las redes sociales”.
Y es que para realizar una buena estrategia en redes no basta con tener muchos “amiguitos” en Facebook o “tuitear” muchas veces cómo te has levantado esta mañana o si tu gato te ronronea alrededor del PC … Y lo barato, de balde es caro.
El criterio profesional no se adquiere simplemente “trasteando” por las redes.
Un profesional tiene que tener criterio seleccionando y creando la información que se postea en las redes, criterio que se adquiere con el oficio tanto off como on line. Criterio también en en estética y diseño gráfico (es impresionante ver fan pages de empresas importantes con copia y pega de enlaces sin más…), conocimiento de SEO, de horarios de mayor audiencia, de estrategia de contenidos de interés para nuestros usuarios… y un largo etcétera de aspectos a tener en cuenta que forman parte de toda una formación y experiencia que no sale de un cursillo de fin de semana y que se estudian antes siquiera de abrir la fan page de nuestro cliente, por poner un ejemplo sencillo.
Tampoco basta con haber sido periodista y, de pronto, como nos hemos quedado sin trabajo en el papel, pues ahora somos todos community manager. Ojo, considero que es la evolución natural de gran parte del sector pero con un necesario reciclaje y formación. No podemos todos, de pronto, pasar de ser una cosa a ser otra, ni se sirve para lo mismo. Se trata de reinventarse, formarse, volver a nacer como profesionales y, cada cual, encontrar su camino con honestidad y saber hacer.
Por el futuro propio y de la profesión. Que tanto monta, monta tanto.